
Latinoamérica no solo es hogar de intervenciones artísticas que impactaron al mundo, sino también de espacios donde esos proyectos se transforman en productos.
ARTE URBANO

El Muro de Berlín cayó en 1989, pero un pedazo de su legado vive hoy en Buenos Aires.
En el barrio porteño de Barracas, se conserva un fragmento del Muro de Berlín considerado el más grande y mejor preservado fuera de Alemania. Ocho bloques originales, que cruzaron el Atlántico en 1992, hoy se exponen en la planta baja de la sede de Editorial Perfil.
Los bloques del muro, de más de tres metros de alto y dos toneladas de peso, se exhiben en el hall de la editorial. Uno de los bloques, que no tenía pintadas, fue fragmentado para entregar pequeños trozos a los lectores de la revista Noticias en uno de sus aniversarios. Estos fragmentos venían con una certificación notarial.
En 2020, con motivo del 30 aniversario de la revista, el artista plástico Pablo Temes intervino uno de los bloques en blanco. La obra, que le llevó siete horas de trabajo, representa los perfiles de un hombre y una mujer, y lleva la leyenda: "Solo el amor puede derrumbar muros". Además, la pieza fue expuesta en el Teatro Colón de Buenos Aires antes de regresar a la editorial.
La intervención de Pablo Temes, previo a la exposición en el Teatro Colón [Imagen], por Revista Noticias.
El 9 de noviembre de 1989, el día en que caía el muro, el periodista Jorge Fontevecchia decidió traer un pedazo de esa histórica barrera a Argentina. Convencido de que este monumento al horror tenía un vínculo con la comunicación y el poder de la palabra, gestionó con la embajada de Alemania Oriental la adquisición de varios bloques. A cambio, la editorial hizo una donación para la construcción de una escuela en Alemania. Finalmente, en 1992, los bloques llegaron a Buenos Aires.
Así está expuesto el fragmento del Muro de Berlín que habita en Argentina [Imagen], por Revista Noticias.
Aunque no es un sitio turístico, los bloques de muro se pueden ver desde el exterior del edificio, en la calle California 2731. La exhibición brinda a los ciudadanos una muestra tangible de uno de los eventos más importantes del siglo XX.
El Grupo Perfil aún conserva otros fragmentos sin intervenir. Existe el deseo de que el público pueda escribir en ellos, tal como lo hicieron los berlineses en su momento. La idea es que los muros restantes se conviertan en una metáfora y un espacio para la participación comunitaria.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Berlín fue dividida en cuatro sectores de ocupación, uno soviético y tres occidentales (estadounidense, británico y francés). La tensión de la Guerra Fría llevó a la República Democrática Alemana (RDA), bajo control soviético, a construir un muro la noche del 12 al 13 de agosto de 1961, con el fin de evitar el masivo éxodo de su población hacia el lado occidental, más próspero y libre.
Este muro de hormigón y alambre de púas, de 155 kilómetros de extensión, se convirtió en el símbolo de la división de Alemania y la opresión comunista, que separó familias y comunidades durante 28 años.
La caída del muro, el 9 de noviembre de 1989, se produjo de forma inesperada. En una conferencia de prensa, un funcionario de la RDA anunció que se permitirían los viajes al oeste con algunas restricciones. Sin embargo, su declaración fue malinterpretada, dando la impresión de que las fronteras se abrirían de inmediato. Miles de berlineses se congregaron en los puntos de control, y ante la presión de la multitud, los guardias fronterizos se vieron forzados a abrir las barreras. La caída del Muro de Berlín marcó el fin de la Guerra Fría y el inicio de la reunificación alemana.
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Si tenemos que hablar de una figura femenina dentro del muralismo en México, tenemos que mencionar a Fariba Naraghian, también conocida como La Chilanga.