Tras casi 90 años de espera, se podrá ver la Ciudad de Buenos Aires desde la cima del monumento. El símbolo inequívoco de los porteños se convierte en un imán turístico renovado.
TURISMO
La frontera más larga de Latinoamérica, 6691 km de maravillas
En esta extensa unión territorial, esculpida por la majestuosa Cordillera de los Andes, Argentina y Chile son protagonistas de un contraste fascinante.
Una inmensidad proporcional a la cantidad de posibilidades que ofrece [Imagen], por Borispatagonia.
Argentina y Chile comparten una frontera que serpentea a lo largo de 6691 kilómetros, uniendo paisajes majestuosos y culturas. Esta extensa línea divisoria, marcada por la imponente Cordillera de los Andes, define límites geográficos e invita a explorar una diversidad de experiencias turísticas únicas. Cumbres nevadas, desiertos áridos, lagos cristalinos, viñedos exuberantes y mucho más.
Un mosaico de paisajes andinos
La Cordillera de los Andes actúa como la columna vertebral de esta frontera con un sinfín de oportunidades para el turismo de aventura. Los entusiastas del trekking encuentran senderos desafiantes con vistas panorámicas inigualables. El Parque Nacional Los Glaciares en Argentina y el Parque Nacional Torres del Paine en Chile son ejemplos paradigmáticos, que con imponentes glaciares, como el Perito Moreno y el Grey, atraen a miles de visitantes cada año. Ellos navegan por sus aguas heladas y caminan sobre el hielo milenario.
Para los amantes del andinismo, cumbres como el Aconcagua, el pico más alto de América, representan un desafío mayúsculo. Expediciones guiadas permiten ascender estas emblemáticas montañas. En invierno, los centros de esquí como Las Leñas en Argentina y Valle Nevado en Chile son paraísos para los aficionados a los deportes de nieve, donde disfrutan de pistas de clase mundial y paisajes invernales espectaculares.
Esquiar en Las Leñas permite contemplar la majestuosidad andina que une a ambas naciones [Imagen], por Online Travel.
Rutas del vino
La frontera también entrelaza regiones vitivinícolas de renombre internacional. Mendoza en Argentina y el Valle del Maipo en Chile son conocidos por sus exquisitos vinos. Los turistas visitan bodegas centenarias y degustan variedades únicas como el Malbec y el Cabernet Sauvignon. La gastronomía local, con influencias de ambos lados, cuenta con sabores auténticos que complementan la experiencia enológica.
Cruzar la frontera a través de pasos cordilleranos como el de Los Libertadores o el de Pino Hachado se convierte en una aventura escénica en sí misma. Las rutas sinuosas tienen vistas panorámicas impresionantes de montañas y valles, donde es posible descubrir pequeños pueblos con encanto y aprender sobre la cultura local.
Patagonia extrema
En el extremo sur, la Patagonia argentino-chilena despliega una belleza agreste y sobrecogedora, y el turismo de aventura adquiere una dimensión épica. El Parque Nacional Nahuel Huapi en Argentina y la Carretera Austral en Chile invitan a la exploración en bicicleta, kayak y senderismo. Los lagos cristalinos, los bosques milenarios y los campos de hielo patagónicos dan paisajes únicos en el mundo. Además, los observadores de aves disfrutan de la rica avifauna local.
Ciudades como Bariloche en Argentina y Puerto Varas en Chile sirven como puntos de partida ideales para explorar la región, ya que cuentan con una infraestructura turística completa con hoteles, restaurantes y agencias de viajes. La cultura germánica presente en ambos lugares añade un toque distintivo a la región.
Puerto Varas, a orillas del Lago Llanquihue se encuentra ubicada cerca de varios pasos fronterizos que conectan con la Patagonia argentina, como el Cardenal Antonio Samoré.[Imagen], por Accor.
Desiertos y oasis
Hacia el norte, la aridez del Desierto de Atacama en Chile contrasta con los fértiles valles del noroeste argentino. Sin embargo, ambos ofrecen experiencias turísticas fascinantes. En Chile, los géiseres del Tatio, el Valle de la Luna y los observatorios astronómicos atraen a científicos y turistas de todo el mundo.
En Argentina, las provincias de Salta y Jujuy revelan paisajes multicolores, quebradas imponentes como la de Humahuaca, y una rica herencia cultural andina. Los turistas pueden recorrer pueblos históricos, disfrutar de la música folklórica y probar la gastronomía regional.
El Desierto de Atacama permite a los viajeros experimentar en un mismo viaje la aridez extrema del lugar más seco del mundo [Imagen], por Meteored.
La extensa frontera entre Argentina y Chile es un crisol de paisajes, culturas y oportunidades turísticas. La colaboración entre ambos países fomenta el desarrollo de corredores turísticos integrados, que permite explorar la riqueza de ambos lados de la cordillera de manera fluida.
En resumen, la frontera argentino-chilena invita a un viaje inolvidable. La aventura aguarda en cada kilómetro de esta extensa y fascinante frontera.
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