Además de contar con paisajes únicos, el continente latinoamericano presenta una infinidad de sitios para apreciar cada detalle de sus atractivos turísticos.
TURISMO
El nuevo y majestuoso mirador panorámico del Obelisco
Tras casi 90 años de espera, se podrá ver la Ciudad de Buenos Aires desde la cima del monumento. El símbolo inequívoco de los porteños se convierte en un imán turístico renovado.
La nueva estructura se integró al obelisco respetando cada detalle del valor histórico y arquitectónico [Imagen], por El1Digital.
El emblemático Obelisco, faro de la Ciudad de Buenos Aires y testigo de su devenir histórico, inauguró un flamante mirador panorámico. Este espacio, largamente anhelado por porteños y turistas, da una perspectiva inédita del tejido urbano. Nueve meses de meticulosos trabajos culminaron en la apertura de este nuevo atractivo turístico. Los visitantes ascenderán a 67 metros de altura y podrán contemplar la incomparable metrópolis desde un ángulo privilegiado.
Un ascenso moderno
Durante casi nueve décadas, la posibilidad de ascender a la cúspide del Obelisco permaneció latente. Aquella visión finalmente se concretó. El Mirador Panorámico del Obelisco abrió formalmente sus puertas el 18 de abril. Ya no será necesario sortear la antigua y exigente escalera de caracol, de hierro forjado y con 206 escalones, que quedará para casos de emergencia.
Un ascensor de última generación transporta a los visitantes hasta este punto panorámico. El tramo se completa en apenas un minuto. Uno de los lados del ascensor es vidriado, mientras que el otro lado incorpora una pantalla informativa. Al descender del ascensor, hay que subir 35 escalones más para llegar a la cima.
Atractivo turístico estelar
Desde este balcón privilegiado, las icónicas cuatro ventanas del Obelisco enmarcan el paisaje urbano. Hacia el norte, se despliega la modernidad de Puerto Madero y la inmensidad del Río de la Plata. Al oeste, la vitalidad incesante de la Avenida Corrientes captura la mirada. Hacia el sur, el tráfico constante de vehículos dibuja líneas dinámicas Finalmente, al este, otra perspectiva del río y la majestuosa Avenida 9 de Julio completan el cuadro.
Las vistas panorámicas constituyen el principal atractivo de esta experiencia. Ingresar al interior de esta emblemática postal adquiere un nuevo significado.
Si bien la inauguración formal ya fue un hecho, el público deberá aguardar hasta mayo para acceder al mirador. La apertura al público coincidirá con el 89 aniversario de la creación del Obelisco.
Por otro lado, se encuentra latente una propuesta museográfica, con el objetivo de enriquecer la experiencia. Una vez funcionando, se espera un flujo de aproximadamente 120 visitantes por día.
¿Cómo subir?
Para subir al mirador del Obelisco, la Ciudad de Buenos Aires habilitó inscripciones gratuitas con motivo del 89° aniversario del monumento. Los interesados, deben inscribirse en este link (https://surl.li/iewowe) y esperar una confirmación telefónica para participar. Es importante tener en cuenta que esta es una apertura especial y gratuita, y aún no hay una fecha definida para la apertura general, la cual requerirá el pago de una entrada y estará gestionada por una empresa privada.
Arquitectura de ayer y hoy
Haciendo un repaso histórico, el Obelisco, construido en tan solo 60 días, pesa 680 toneladas. La elección de la ubicación radica en que allí se izó por primera vez la bandera argentina en la ciudad. Este hecho ocurrió en 1812. A lo largo de su historia, el monumento suscitó polémicas. Incluso se votó su demolición en 1939. Sin embargo, esta medida fue vetada.
De vuelta en el presente, se conoció que para alcanzar el mirador, se construyó una estructura metálica interna. Sobre esta estructura se instaló el moderno ascensor, con capacidad para trasladar a cuatro personas por viaje.
A la izquierda, el interior del Obelisco desde los pisos inferiores. A la derecha, el moderno ascensor desde dentro [Imagen], por X/ @lauritalonso.
El ingreso se realiza por la tradicional puerta oeste, la cual mira hacia las avenidas Corrientes y Cerrito. Una vez dentro, deben subir ocho escalones hasta la plataforma del elevador.
La instalación de la plataforma fue necesaria, porque los anclajes del ascensor podrían haber afectado las líneas B y D de subte, las cuales circulan por debajo del Obelisco. Todo el proceso se llevó a cabo sin causar ningún daño al monumento. Se acondicionaron las instalaciones eléctricas, se adaptó el piso para fijar la escalera caracol.
Así es la vista desde la cima [Imagen], por Portal Argentina.
Hoy, con su flamante mirador, el Obelisco recupera protagonismo en el paisaje urbano. Suma una propuesta que promete convertirse en uno de los puntos turísticos más codiciados de Buenos Aires. Desde ahora, la oportunidad de contemplar su ciudad desde las alturas de este símbolo icónico es un hecho.
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