El maíz azul es una de las joyas de la agricultura tradicional mexicana y experimenta un furor absoluto en México. Este grano es famoso por su color y nutrientes. Los principales cultivos están ubicados en estados como Puebla, Hidalgo, Tlaxcala y el Estado de México. El crecimiento de su popularidad se debe a sus beneficios para la salud, su valor cultural y capacidad de adaptarse a las tendencias actuales.

El uso en la cocina mexicana

En el restaurante capitalino Pixza, el maíz azul se transforma en la base de innovadoras "pixzas" con ingredientes 100% mexicanos. Fonda Mayora también lo integra en sus platos de temporada, para resaltar la diversidad de maíces nativos. En Testal es un infaltable en la elaboración de diversos antojitos tradicionales. Itanoní lo utiliza para crear sus emblemáticas memelitas, tetelas y quesadillas, donde muestran el proceso de nixtamalización y molienda. En la ciudad de Puebla, Milli no se queda atrás, ya que dedican su cocina a los maíces, por lo que ofrecen opciones con maíz azul.

^{Desde las originales "pixzas" azules de @Pixza.mx (IG) en la CDMX, este ingrediente ancestral sirve para conquistar paladares [Imagen], por Instagram/ Pixza.mx.}

Una herencia con raíces profundas

Desde la época prehispánica, el maíz azul es parte del ADN cultural de México. Para su cultivo se utilizan sistemas agrícolas tradicionales como las milpas, una conexión directa con la tierra y quienes lo producen. Además, su papel en rituales religiosos y ofrendas también es una muestra de su importancia espiritual. Las antocianinas son las responsables de su característico color que lo hacen ciertamente exótico, le aportan una belleza visual y provee poderosos antioxidantes que refuerzan su valor como superalimento.

Cada tonalidad de maiz tiene un significado en los rituales indígenas: el azul, puntualmente, se asocia al suroeste, donde honran la naturaleza y los ciclos agrícolas. Esta conexión mística, sumada a sus cualidades nutricionales, explica por qué su cultivo es una práctica rural arraigada.

Nutrientes que transforman

El maíz azul cuenta con un impresionante perfil nutricional. Con menos almidón y un índice glucémico inferior al del maíz blanco, es una opción ideal que funciona como alternativa saludable. El alto contenido de fibra y proteínas lo hace un aliado para la salud cardiovascular y metabólica. Incluso, es comparable con los arándanos, ya que contiene hasta cuatro veces más compuestos que reducen el riesgo de enfermedades como el cáncer y mejoran la circulación sanguínea.

Otro valor del grano es que es rico en minerales esenciales como fósforo, calcio y magnesio, junto con vitaminas A, C, E y del complejo B. Un alimento completo, ideal para una dieta equilibrada y natural.

El renacimiento en las mesas urbanas

El resurgimiento del grano azul en la CDMX es, por supuesto, un fenómeno gastronómico, pero también un exponente cultural de las raíces mexicanas. Los mercados locales, festivales de comida y restaurantes de alta cocina funcionan como vitrinas. Con el auge de la cocina saludable, encontró nuevos adeptos entre quienes buscan alimentos ricos en nutrientes y libres de aditivos artificiales.

^{Con el auge de la cocina saludable, encontró nuevos adeptos entre quienes buscan alimentos ricos en nutrientes y libres de aditivos artificiales [Imagen], por Wikipedia.}

En una época donde los alimentos procesados dominan el mercado, el maíz azul es un recordatorio de que lo auténtico siempre tendrá un lugar especial. Al consumirlo, se disfruta de su sabor y beneficios, y, a la vez, se honra a las generaciones que mantuvieron vivo este símbolo.

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